lunes, 30 de marzo de 2009

JESUS TABUYO

JESUS TABUYO


Una Pasión Inexplicable

Jesús Tabuyo se enganchó desde la niñez a la bicicleta, hasta el punto de organizar competiciones contra sí mismo para superar sus marcas. Por ello, no es difícil de entender que experimente nuevos métodos de entrenamiento, mientras sueña con la próxima Quebrantahuesos.

Como muchos de los que ahora transitan por la treintena, Jesús tuvo su primer contacto con la bici a lomos de una BMX, con la que intentaba ser el último de la pandilla en poner pie a tierra cuando la carretera se empinaba. Mientras los demás chavales ¨se dedicaban a dar saltos¨, él prefería adoptar la personalidad de sus ídolos ciclistas para recrear cronometradas en las que cada vuelta intentaba superar sus límites. Heredar la bicicleta de ruta de su padre fue una consecuencia lógica que culminó en su primera marcha, a los 19 años, con Los Lagos como protagonistas.


Pese a que su buen desempeño académico le alejó de intentar ganarse la vida en el mundo del pedal, en el que sólo disputó una carrera en aficionados, la bici mantiene un lugar predominante en su quehacer diario. Este administrador de patrimonios se machaca con el rodillo y quema kilómetros los fines de semana con su inseparable amigo Felipe, a la espera de que la llegada del buen tiempo le permita rodar por las carreteras cercanas a El Escorial, donde tengo mi grupeta de toda la vida.
Carlos, Julito, Piolin, Ceferino, Enrique, Kanguro, Millan
Jalisco, Juan y Tabu

Para Jesús el ciclismo ¨es una pasión casi inexplicable, algo impulsivo¨, lo que contrasta con lo metódico de su preparación, ya que se declara ¨un fanático del entrenamiento, de la planificación y de marcarme retos¨. Una manera de exprimir los 13000 Km que sus obligaciones laborales le permiten hacer cada año con un trabajo estudiado al milímetro, algunas veces ¨guiado por entrenadores¨y ahora apoyado en una nueva faceta: ¨He empezado a entrenar por vatios, lo que me ha abierto un mundo nuevo. Además tengo la suerte del apoyo de mi esposa, que me anima y entiende mi afición¨.


Una dedicación que espera ver refrendada cuando lleguen las grandes marchas cicloturistas, en especial su octava participación en la Quebrantahuesos, en la que logró inscribirse el primer día. Espera rebajar su marca de 6 horas y 1 minuto. ¨Allí volví a disfrutar de la bicicleta tras un paréntesis de dos años sin acudir. La sensación de ascender el Portalet, pese a la fuerte lluvia que caía ese día, fue inexplicable¨. Pese a que no se define como escalador sino como un todoterreno, seguramente por su admiración por Jalabert, las cumbres marcan sus itinerarios predilectos: Pirineos, Alpes y su prueba preferida, el Giro de los Dolomitas. ¨Son siete días de carrera, te toman el tiempo cada día en un puerto y tienes el resto de la jornada para disfrutar del deporte, los paisajes y los compañeros¨.
En esta prueba tuvo su peor día sobre la bicicleta, en las Tres Cimas de Lavaredo. ¨Me encontré muy mal antes y durante la etapa, por lo que la satisfacción al llegar fue mucho mayor¨.


Jesús aconseja a otros aficionados que se animen a montar. Con paciencia, voluntad y trabajo verán rápido cómo mejora y disfruta más y y muestra su lado competitivo al declararse amigo de ¨tomar los tiempos y realizar clasificaciones en las marchas.


Lo que menos le gusta es ¨el inevitable peligro que conlleva este deporte, con las caídas y los coches¨, dice quizás, influido por el reciente nacimiento de su primera hija.
Ciclismo a Fondo
Texto: Víctor Cruzado
Foto: David Alonso

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